El cálculo es todo depósito calcificado que se forma sobre los dientes naturales y las prótesis dentales. Se
clasifica en supragingival y subgingival, según su relación con el margen gingival; está compuesto por
elementos inorgánicos (70 a 90%) y orgánicos. El cálculo es la placa dental mineralizada y se considera
un factor de riesgo de las enfermedades periodontales ya que va a favorecer el acumulo bacteriano por
su superficie porosa y dificultar su control con las medidas de higiene habituales. El cálculo se elimina
mecánicamente mediante ultrasonidos y pulido dental en la clínica dental. Sin embargo, en grandes
formadores de cálculo se debe controlar químicamente su formación para así alargar el tiempo entre
visitas, facilitar su eliminación y minimizar los efectos negativos de las profilaxis frecuentes.
La composición química de los cálculos es muy variable en cristalinidad, talla de las partículas de cristalización, pero que se amerita mayor investigación para descubrir las variables en relación a los sitios específicos de aparición dentro de una boca o entre distintos individuos.
Los cálculos ocurren en las cavidades orales de casi todos los individuos, a lo largo y ancho del mundo. Se sabe que las poblaciones en donde se tiene acceso a los servicios profesionales en salud oral y que tienen una práctica de higiene adecuada, la formación de cálculos supragingivales se restringe a las superficies dentales adyacentes a los dúctos de salida de las glándulas salivales.
Los niveles de cálculos supragingivales dan la apariencia de tener poco o ningún impacto en la salud oral, mientras que la formación de cálculos subgingivales ocurre de manera coincidente con la aparición de la enfermedad periodontal. Aunque el cálculo por sí mismo parece tener poco impacto en la pérdida de inserción clínica. Siendo ésta más correlacionada con la placa bacteriana.
En poblaciones que no practican una higiene oral constante y que tienen poco o ningún acceso a cuidados profesionales, se observa de manera continua la presencia de cálculos supragingivales, los cuales pueden presentarse en toda la dentición, llegando en casos extremos a grandes formaciones en la cavidad oral. En estos grupos poblacionales, la presencia de cálculos supragingivales está fuertemente asociada a la formación de recesiones gingivales. A diferencia estos pacientes de baja higiene oral con la presencia de cálculos subgingivales, éstos son extensos, firmemente adheridos y fuertemente relacionados con las pérdidas de los niveles de inserciones clínicos.
El cálculo supragingival, se encuentra más frecuentemente cerca de las glándulas salivales principales y su composición química varía en las distintas zonas de la boca, es de un color blancuzco o amarillento, es duro pero friable y se elimina fácilmente con el destartraje. Es común ver cantidades copiosas del cálculo supragingival en vestibular de los molares superiores en la vecindad de la abertura del conducto de Stenon de la parótida y en lingual de los incisivos inferiores frente al orificio del conducto de Warton de la submandibular y del conducto de Bartholin, de la sublingual.
La determinación del cálculo subgingival, por estar por debajo del margen de la encía, requiere un sondeo cuidadoso con un explorador o sonda. En cantidades suficientes es visible al examen radiográfico. Generalmente está presente en pequeños depósitos que no muestran preferencia particular por la cercanía a los conductos de las glándulas salivales. Es denso y duro, de forma aplanada, marrón oscuro o verde oscuro, entre pardo y negro y está muy firmemente adherido a la superficie de los dientes. La composición del cálculo subgingival depende menos del sitio de formación que la del cálculo supragingival.
La presencia de cálculo está invariablemente asociada a la enfermedad periodontal, sin embargo, como el cálculo está siempre cubierto por una capa de placa no mineralizada, podría ser difícil de determinar si el cálculo como tal, tiene un efecto perjudicial sobre el tejido periodontal. Los estudios epidemiológicos muestran que la correlación entre placa y gingivitis es mucho más fuerte que entre cálculo y gingivitis. Se ha propuesto que el cálculo puede ejercer un efecto perjudicial sobre los tejidos blandos del periodonto a causa de su superficie áspera, pero se ha demostrado claramente que la aspereza de una superficie no inicia gingivitis. El efecto primario del cálculo en la enfermedad periodontal parece ser su papel de punto de retención para la placa, grandes cantidades de cálculo pueden obstaculizar la eficacia de la higiene bucal diaria y por lo tanto acelerar la formación de placa.
Además el depósito calcificado puede contener productos tóxicos para los tejidos blandos. Esos productos pueden persistir en el cálculo desde el período previo a su calcificación o puede entrar en su superficie porosa desde la capa de placa suprayacente.
La composición química de los cálculos es muy variable en cristalinidad, talla de las partículas de cristalización, pero que se amerita mayor investigación para descubrir las variables en relación a los sitios específicos de aparición dentro de una boca o entre distintos individuos.
Los cálculos ocurren en las cavidades orales de casi todos los individuos, a lo largo y ancho del mundo. Se sabe que las poblaciones en donde se tiene acceso a los servicios profesionales en salud oral y que tienen una práctica de higiene adecuada, la formación de cálculos supragingivales se restringe a las superficies dentales adyacentes a los dúctos de salida de las glándulas salivales.
Los niveles de cálculos supragingivales dan la apariencia de tener poco o ningún impacto en la salud oral, mientras que la formación de cálculos subgingivales ocurre de manera coincidente con la aparición de la enfermedad periodontal. Aunque el cálculo por sí mismo parece tener poco impacto en la pérdida de inserción clínica. Siendo ésta más correlacionada con la placa bacteriana.
En poblaciones que no practican una higiene oral constante y que tienen poco o ningún acceso a cuidados profesionales, se observa de manera continua la presencia de cálculos supragingivales, los cuales pueden presentarse en toda la dentición, llegando en casos extremos a grandes formaciones en la cavidad oral. En estos grupos poblacionales, la presencia de cálculos supragingivales está fuertemente asociada a la formación de recesiones gingivales. A diferencia estos pacientes de baja higiene oral con la presencia de cálculos subgingivales, éstos son extensos, firmemente adheridos y fuertemente relacionados con las pérdidas de los niveles de inserciones clínicos.
El cálculo supragingival, se encuentra más frecuentemente cerca de las glándulas salivales principales y su composición química varía en las distintas zonas de la boca, es de un color blancuzco o amarillento, es duro pero friable y se elimina fácilmente con el destartraje. Es común ver cantidades copiosas del cálculo supragingival en vestibular de los molares superiores en la vecindad de la abertura del conducto de Stenon de la parótida y en lingual de los incisivos inferiores frente al orificio del conducto de Warton de la submandibular y del conducto de Bartholin, de la sublingual.
La determinación del cálculo subgingival, por estar por debajo del margen de la encía, requiere un sondeo cuidadoso con un explorador o sonda. En cantidades suficientes es visible al examen radiográfico. Generalmente está presente en pequeños depósitos que no muestran preferencia particular por la cercanía a los conductos de las glándulas salivales. Es denso y duro, de forma aplanada, marrón oscuro o verde oscuro, entre pardo y negro y está muy firmemente adherido a la superficie de los dientes. La composición del cálculo subgingival depende menos del sitio de formación que la del cálculo supragingival.
La presencia de cálculo está invariablemente asociada a la enfermedad periodontal, sin embargo, como el cálculo está siempre cubierto por una capa de placa no mineralizada, podría ser difícil de determinar si el cálculo como tal, tiene un efecto perjudicial sobre el tejido periodontal. Los estudios epidemiológicos muestran que la correlación entre placa y gingivitis es mucho más fuerte que entre cálculo y gingivitis. Se ha propuesto que el cálculo puede ejercer un efecto perjudicial sobre los tejidos blandos del periodonto a causa de su superficie áspera, pero se ha demostrado claramente que la aspereza de una superficie no inicia gingivitis. El efecto primario del cálculo en la enfermedad periodontal parece ser su papel de punto de retención para la placa, grandes cantidades de cálculo pueden obstaculizar la eficacia de la higiene bucal diaria y por lo tanto acelerar la formación de placa.
Además el depósito calcificado puede contener productos tóxicos para los tejidos blandos. Esos productos pueden persistir en el cálculo desde el período previo a su calcificación o puede entrar en su superficie porosa desde la capa de placa suprayacente.
Muy interesante la información, sobre todo para las personas que descuidan su higiene.
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